Dr. Augusto Vicario.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 3,2 millones de muertes al año, el 6 por ciento de todos los fallecimientos, se producen a causa de una vida sedentaria. La 4ta. Encuesta Nacional de Factores de Riesgo en Argentina (2019) informó que el 44,2% de los argentinos son sedentarios (10% menos que 2013). Una encuesta realizada entre los pacientes del ICBA-Instituto Cardiovascular, arrojó resultados similares: el 45,7% no realizan actividad física.
Los efectos beneficiosos del ejercicio sobre la salud cardiovascular y su mortalidad han sido demostrados en forma amplia, a través de la reducción de peso, el alivio de la ansiedad y la depresión, la mejora de los niveles de colesterol y el metabolismo de la glucosa, etc. Pero lo interesante es que, también ayuda a prevenir o mejorar el deterioro cognitivo, la demencia y la enfermedad de Alzheimer.
Las recomendaciones actuales indican que para lograr mejoría cardiovascular a través del ejercicio son necesarios 150 minutos semanales. Pero ¿Cuánto ejercicio necesitamos para obtener beneficios sobre la salud cerebral? Investigadores de la Universidad de Bonn (1), Alemania, publicaron en el mes de septiembre del corriente año en la Revista Neurology, los resultados de un estudio sobre los efectos del ejercicio sobre el cerebro en 2550 personas entre 30 y 94 años. Los autores concluyeron que cuanto más cantidad e intensidad de ejercicio, la circulación cerebral aumenta y es mayor el desarrollo, volumen y grosor de la corteza cerebral en especial en el área involucradas con la actividades motoras (en otras palabras los cerebros se atrofian menos). Y, es de destacar que las áreas cerebrales más beneficiadas son, precisamente, aquellas más afectadas por las enfermedades neurodegenerativas: las demencias y la enfermedad de Alzheimer entre otras.
En el mismo sentido, científicos de la Universidad de Dinamarca (2), publicaron en el mismo mes en la Revista JAMA Neurology, los resultados de un estudio que involucró a más de 78 mil personas entre 40 y 78 años, concluyendo que caminar no más de 10.000 pasos y no menos de 4000 pasos por día disminuye el riesgo de padecer demencia.
En definitiva, las investigaciones científicas siguen sumando pruebas sobre los efectos benéficos del ejercicio sobre la salud cardio y cerebrovascular. Una vez más podemos afirmar que el ejercicio físico retarda el envejecimiento cerebral y presenta tanto efectos cardio-protectores como cerebro-protectores.
(1) Neurology 2022; 99(11)
(2) JAMA Neurology Published online September 6, 2022. (jamaneuroly.com)
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