Aspectos mitológicos de la presión arterial 3

Qué es la presión diferencial o presión de pulso?

La presión diferencial o presión de pulso es la diferencia entre la presión máxima o sistólica y la presión mínima o diastólica. Si la presión máxima es 120 mm Hg y la presión mínima 80 mm Hg la presión de pulso es igual a 40 mm Hg (es decir: 120 – 80 = 40). La presión máxima es la presión que la sangre ejerce sobre la pared arterial como resultado de la contracción cardíaca. Por su parte, la presión mínima es la presión ejercida por la sangre sobre la pared arterial cuando el corazón está en reposo o relajado y será más alta cuanto más rígida sea la pared arterial. De manera que, en un individuo vivo, nunca podrán juntarse las presiones! Así, la presión de pulso es una medida de la rigidez arterial: cuanto más alta mayor será la rigidez arterial.

Sin embargo los valores de la presión diferencial deben ser tomados en contexto. Un paciente A que presenta una presión arterial de 160/120 mm Hg tendrá una presión diferencial de 40 mm Hg y otro paciente B que presenta una presión arterial de 110/70 mm Hg tendrá la misma presión diferencial, es decir 40 mm Hg.  Sin embargo, en el paciente A presenta hipertensión arterial (máxima y mínima elevadas) y el paciente B presenta presiones normales.}

En los individuos jóvenes (paciente C) las arterias son elásticas (o poco rígidas) y la presión diferencial es baja. No obstante ello, los pacientes jóvenes hipertensos padecen con mayor frecuencia aumentos de la presión mínima (paciente D) por lo cual pueden tener presión diferencial baja debido a elevación de la presión mínima. En tanto, en los individuos mayores hipertensos predomina la elevación de la presión máxima y con ella se eleva la presión diferencial como un índice de la rigidez arterial (paciente E).

En conclusión, las presiones máxima y mínima nunca pueden juntarse y su diferencia, observada en el contexto adecuado, son una expresión de la rigidez arterial.