Emular el funcionamiento del cuerpo humano con una máquina a través de dibujos artísticos, más que una metáfora es un desafío que combina naturaleza y arte en perfecto equilibrio.
Fritz Khan (1888-1968) fue un escritor y médico alemán judío. Estudio medicina en la universidad de Berlín, fue ginecólogo cirujano y escribió numerosos textos sobre biología (La célula, La vida del hombre) y otros dedicados a la defensa del pueblo judío (Los judíos como raza y pueblo cultural). Entendía con claro concepto la importancia de las imágenes en la enseñanza y fueron ellas el lei motive de su obra.
Su obra más celebrada fue “La vida humana” (1926), editada en 5 volúmenes en el cual comparaba la actividad de una fábrica con el funcionamiento del cuerpo humano. Con la colaboración de artistas, arquitectos y diseñadores gráficos que ilustraron la obra, el cuerpo humano se transformó en un laberinto de cintas transportadoras, tuberías, válvulas, pistones y calderas actuando en forma sinérgica y armónica. En una época en que la tecnología se expandía y la sociedad permanecía cerrada a los cambios, Khan decía: “no tengáis miedo; si te fijas, hombre y máquina son parecidos”.
A partir de 1930 se vió obligado a cambiar de residencia (Palestina, Francia, New York y Dinamarca) en varias oportunidades perseguido por el régimen nazi que destruyeron y prohibieron su obra y el derecho a ejercer la medicina. “El hombre como palacio industrial” es su obra más conocida, editada en formato póster y dibujado por el arquitecto Fritz Schüler según indicaciones de Khan. Falleció en una clínica de Locarno, Suiza a la edad de 79 años.
Dr. Augusto Vicario
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