Hipertensión arterial y COVID-19

publicado en: Novedades Comunidad | 1

El conocimiento científico/tecnológico no solo avanza a ritmo espeluznante sino también lo hacen la publicación de sus resultados, efecto que se ha visto magnificado por la pandemia del COVID-19. A menos de tres meses de su inicio una simple búsqueda online en la Biblioteca Nacional de Medicina de los U.S. (PubMed) arroja más de 3 mil resultados. Todas las revistas científicas internacionales han cedido espacio a la publicación de trabajos relacionados con las características del virus, su transmisibilidad, sus consecuencias patológicas, el diagnóstico, etc. Sin embargo no siempre el avance vertiginoso es bueno. Mucha de la información no es concluyente, carece de evidencia, no ha sido sometida al rigor de la “revisión por pares” y menos aún es información que no pueda ser extrapolada a la población en general.

La hipertensión y sus vínculos con el coronavirus no han escapado a este aluvión de información que se extiende a los medios y redes sociales. Algunas noticias adjudican a los pacientes hipertensos un riesgo mayor de contraer formas graves de la enfermedad viral, otros publican resultados contradictorios respecto al uso de ciertos medicamentos anti-hipertensivos. Algunas investigaciones atribuyen a drogas como enalapril, losartan o valsartan, la capacidad de aumentar una enzima a nivel pulmonar que, a su vez es receptor del coronavirus. En tanto otras, consideran que los mismos fármacos puede tener efectos beneficiosos en el tratamiento del Síndrome Respiratorio Agudo Grave provocado por el Coronavirus 2(SARS-Cov-2 por sus siglas en inglés).

Lo cierto es que, el principal factor de riesgo para contraer la infección viral por COVID-19 es la edad. Es así que, las personas mayores de 60 años presentan mayor riesgo el cual aumenta conforme aumenta la edad. El problema radica en que, la prevalencia de la hipertensión, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares (infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca, etc) es mayor en este grupo etario, comprometiendo las defensas naturales (es decir: el sistema inmunológico) y aumentando la vulnerabilidad al virus.

Por tal motivo, al momento actual no existe evidencia médica suficiente ni sólida que avale la suspensión del tratamiento anti-hipertensivo. Siendo, esta recomendación sostenida por las Sociedades Científicas de Hipertensión y de Cardiología tanto nacionales como internacionales, con especial énfasis en el riesgo que implica la suspensión de tratamientos farmacológicos, habida cuenta que, la falta de control sobre la hipertensión, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares puede devenir en franco deterioro de estas patologías.

De manera que, como mensaje final y basado en la evidencia disponible actualmente, las personas mayores de 60 años con enfermedades cardiovasculares asociada o no a hipertensión y/o diabetes deben evitar por todos los medios disponibles (ej; lavado de manos y aislamiento social) el contagio con el SARS-Cov-2 y NO suspender el o los tratamientos medicamentosos que reciben en forma habitual (salvo expresa indicación médica).

Dr. Augusto Vicario
Dr. Gustavo H. Cerezo
Red Federal Corazón Cerebro

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