A través de la historia y según los autores, la cuarentena[1] tomo formas distintas. Algunas reales, otras ficticias. Cortas unas, largas otras. Pero lo cierto es que en todas se refleja de la condición humana.
A mediados del siglo XIV, Florencia fue azotada por la “peste bubónica”. Diez jóvenes, (siete mujeres y 3 hombres), acuerdan en las puertas de Santa María Novella retirarse de la ciudad a una villa abandona en el campo de Fiesole para escapar del contagio. Diez días permanecerán aislados. Para escapar del tedio, cada personaje contará un cuento por día. La fortuna, el amor y la inteligencia humana serán los temas cardinales tratados con ironía y erotismo. El resultado de esta corta cuarentena fueron cien cuentos cortos que constituyen la obra literaria medieval más famosa: “El Decamerón”. Su autor, un escrito florentino de 35 años llamado Giovanni Boccaccio[2].
A finales del siglo XIX, en un pueblo caribeño, posiblemente Cartagena, Fermina Daza y Florentino Ariza quedan atrapados en una cuarentena de amor perpetuo bordo del barco la “Nueva Fidelidad”. Después de 51 años, 9 meses y 4 días de haber jurado amor eterno, Florentino Ariza conquista el corazón de Fermina. En los “tiempos del cólera”, con la bandera amarilla flameando en el mástil mayor, el capitán de la embarcación garantiza la intimidad de la pareja en un barco que continua navegando “para siempre”. El resultado de esta otra cuarentena fue “El Amor en los tiempos del cólera”, una de las novelas latinoamericanas más famosas del siglo XX del escritor colombiano Gabriel García Márquez[3].
En un tiempo supuesto, en un país y un lugar imaginario otra pandemia obliga a sus protagonistas a soportar una larga y traumática cuarentena: “la ceguera blanca”. La epidemia causa pánico y desesperación en la población. Se destruye el orden social, el egoísmo es dueño del caos imperante y las miserias humanas amorales son las formas triunfantes. La lucha por la supervivencia del más hábil, el más fuerte y el que consigue alimentos. En forma súbita la epidemia de ceguera se detiene, finaliza la cuarentena y con ella desaparece “eso que hay en nosotros una cosa que no tiene nombre, esa cosa es lo que somos”. Como resultado de esta tercera cuarentena imaginaria nació “Ensayo sobre la ceguera”, la novela del premio Nobel portugués José Saramago[4].
[1] La palabra “cuarentena” tiene su origen en Venecia, Italia (Quaranta giorni = cuarenta días) durante la epidemia de “peste negra” en 1348. Sin evidencia en ninguna razón científica, la cuarentena” definía los 40 días de aislamiento que debían cumplir los sospechosos de portar la peste bubónica.
[2] Giovanni Boccaccio (Florencia 16-junio-1313/Certaldo 21-diciembre-1375). Junto al Dante y Petrarca fue uno de los padres de la literatura italiana.
[3] Gabriel García Marquez (Aracataca 6-marzo-1927/México 17-abril-2014). Premio Nobel de Literatura 1982 por su obra “Cien años de soledad”.
[4] José Saramago (Azinhaga 16-noviembre-1922/Tías, Lanzarote 18-junio-2010). Primer escritor portugués en ganar el Premio Nobel de Literatura 1998.
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